La orden trapense se originó en 1664, sin embargo, los monasterios han elaborado cerveza desde la Edad Media. Originalmente, el propósito era suministrar cerveza tanto para los monjes como para ayudar a alimentar a la comunidad.

Típicamente, las cervezas trapenses son altas en alcohol, son de un color marrón claro a fuerte y son más de sabor dulce.
Existen 12 monasterios en todo el mundo (seis en Bélgica, dos en los Países Bajos, uno en Austria, Italia, Inglaterra y otro en Estados Unidos) que actualmente elaboran y venden cerveza como “Authentic Trappist Product”.